domingo, 13 de marzo de 2011

Cohete K-1 (Rocketship X-M), película pionera

Atención, porque Rocketship X-M no es una cosilla serie Z de las que suelen aparecer por aquí. ¡Es una pelicula muy cool!
Ya he publicado un artículo sobre George Pal. Ahí se explicaba que este director y genio de los efectos especiales realizó una costosa producción para la Paramount, Con destino a la luna (Destination Moon, 1950), que contaba del modo más realista -y un tanto aburrido, todo hay que decirlo- una expedición a la Luna cuando aún el hombre no la había pisado en la realidad. La campaña publicitaria, puesta en marcha mucho antes de finalizar el rodaje, funcionó a la perfección.
Aprovechándose de ello, la Lippert Pictures, una pequeña productora, decidió hacer su propia película sobre la conquista espacial. El director de la productora, Robert L. Lippert, contó con Kurt Neumann, futuro director de la triste, sangrienta y genial La mosca (The Fly, 1958), que antes de conocer el ambicioso proyecto de George Pal, ya pensaba en tocar el género. Neumann, autor de La hija de Drácula (Dracula´s Daughter, 1936), encargado de algunas de las últimas películas de Tarzán con Johnny Weissmuller y lector acérrimo de pulps de ciencia ficción, tenía pensada la historia de una expedición a Marte, en donde se descubriría que estaba poblado por dinosaurios. Esta idea en ese momento le pareció a Lippert demasiado cara -aunque en 1950 Lippert Pictures distribuyó King Dinosaur de Bert I. Gordon, retomando la idea y utilizando imágenes recicladas de Hace un millón de años (One Million Years B.C., 1940)-; pero Jack Rabbin, un joven especialista en efectos especiales que hasta entonces había trabajado en films de cine negro y en la vaporosa The Amazing Mr. X (1948), había preparado junto al autor Steven Longstreet un guión titulado, precisamente, Destination Moon, y después de que Pal le "robase" el título abordó a Lippert, convenciéndose éste de que prescindiendo de los dinosaurios podría producir una buena película por poco dinero y obtener grandes beneficios si lograba adelantarse al proyecto de Pal.
Así que, trasladando la acción a Marte, con un modesto presupuesto de apenas 95.000 $ (comparados con los 600.000 de Con destino a la Luna) y trabajando como burros dia y noche, Rocketship X-M se puso en marcha. Colaboró en la reescritura del guión Dalton Trumbo, que, al ser un blacklisted del comité de actividades antiamericanas del fascista McCarthy, tuvo que trabajar anónimamente, al igual que haría en la estupenda película de serie negra El demonio de las armas (Gun Crazy, 1949) ese mismo año, antes de ser encarcelado durante once meses ese mismo año y exiliarse después a México. Como director de fotografía figura el veterano Karl Struss, que había trabajado con Rouben Mamoulian en El hombre y el monstruo (Dr. Jekyll & Mr. Hyde, 1931) o con Charlie Chaplin en El gran dictador (The Great Dictator, 1940). Struss ya había colaborado con Neumann en Islad of Lost Men (1939) y Tarzan and the Leopard Woman (1946), pero a partir de la película que nos ocupa y hasta la prematura muerte de Neumann en 1958 trabajarían casi siempre en equipo. De esta colaboración destacamos la impagable La diabla (She Devil, 1957), la delirante Kronos (1957) o la ya mencionada La mosca. En Rocketship X-M las escenas del interior de la nave resultan claustrofóbicas, todo lo contrario que cuando salen a la superficie de Marte, que en realidad eran Death Valley, el desierto de Mojave y decorados pintados por Irving Block, con un filtro anaranjado-sepia añadido posteriormente. En esta película aparecen marcianos, claro que sí: la imagen de la marciana ciega gritando -con un pintalabios demasiado visible, hay que decir- es una de las más impactantes del género. Esta marciana era Sherry Moreland, que después consiguió el papel protagonista en Fury of the Congo (1951), una aventura de Jungle Jim con Johnny Weissmuller, apareciendo también en la legendaria Mesa of Lost Women (1957).
La mayoría de los actores y técnicos del film seguirían en el género, siendo Rocketship X-M la primera película significativa de la edad de oro de la ciencia ficción: se estrenó el 2 de junio de 1950, adelantándose algunas semanas a Destination Moon. Del reparto destacamos al Dr. Ralph Fleming (Morris Ankrum) y el Dr. Karl Elkstrom (John Emery, a quien volveríamos a ver en The Mad Magician, 1954), cuya amistad es muy ambigua y sugerentemente homosexual, sin duda obra del inconformismo de Dalton Trumbo. También hay que mencionar a la Dra. Lisa Van Horn, interpretada por la danesa Osa Massen, cuya belleza tuvo encandilados a la mitad del equipo de rodaje.
La película también resulta atractiva por su música, pues se usó el theremin. En una futura entrada hablaremos de este instrumento único.
Se le reprochó al film la simplicidad del guión o sus faltas de ritmo, rigor científico y carisma de sus protagonistas. Pero emplazándola en su contexto cultural, FanRet no puede encontrarle más que cualidades, sobre todo porque es más entretenida que Destination Moon. Esta primera misión interplanetaria de la era atómica abrió el paso a los pequeños estudios, que se sintieron capaces de rivalizar con los grandes; e introdujo elementos que se convertirían en clichés, como la lluvia de meteoritos, la tripulación formada por varios hombres y una mujer, los trajes espaciales de aspecto militar, etc. Dos plagios formidables de la parte del viaje lo constituyen las películas Vuelo a Marte (Flight to Mars ,1951) y Cat-women of the Moon (1953). Es, además, la primera película que trata los peligros de la bomba atómica y tiene un mensaje antimilitarista, un enfoque también de Trumbo. Y cuenta con un final tan fuera de lo común que, dejando de lado los aspectos estrictamente comerciales, resulta casi profética. Por todas estas razones la cinta tiene ese estatus de película de culto pionera y perdurable, cuando muchas de sus contemporáneas han pasado al olvido.
Rocketship X-M triunfó en su estreno en España, en donde fue bautizada inexplicablemente con el título Cohete K-1. ¿Por qué K-1 y no X-M? Ah, ése es uno de los grandes misterios del mundo de la traducción. La costumbre de cambiarle los títulos a las películas foráneas ya viene de lejos, como podéis ver, pero en este caso no tiene ninguna lógica ni sentido. Aunque ultimamente eso parece haber pasado de moda y lo que ahora se lleva es dejar el título original, a pesar de que éste sea incomprensible o aún cuando eso no sea necesario. ¿No creen ustedes?

Trailer

Película completa en Youtube (original)

Descargas en Plan 9 (v.o.s.e.)









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